La siembra de maíz tardío creció y se consolidó en las últimas campañas en muchas zonas como una forma de adaptar los esquemas productivos a las variaciones ambientales. Eso es algo que no se debe perder de vista al analizar lo que puede llegar a suceder este año, que aunque se supone que es Niño viene mostrando un retraso de las lluvias que hace que muchos productores ya estén recalculando sus planes.
Hay zonas en las que el contenido de humedad en suelo se encuentra aún cercano al punto de marchitez. Esta es la situación de la zona pampeana central y este (Córdoba, San Luis, parte de La Pampa), NOA y NEA. “En dichas zonas, sin dudas, con esta situación tan crítica, la mejor estrategia será la del maíz tardío”, destaca la investigadora del INTA Manfredi Claudia Vega.
En zona sur y este pampeana y Litoral ha habido recargas que facilitan la implantación de cultivos tempranos, o muy buenas recargas hídricas para los maíces tardíos. “Recomendamos que los productores analicen cada sitio en particular en términos de disponibilidad de agua. Lo ideal es esperar que haya una cierta recarga hídrica de modo que el cultivo crezca durante sus primeras etapas con humedad óptima. Durante etapas tempranas de implantación, se definen aspectos como la uniformidad temporal, que es una variable que suele disminuir rendimientos de forma no visible.
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