¿El «Steve Jobs» de la soja? De limpiar semillas a ser uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos

¿El «Steve Jobs» de la soja? De limpiar semillas a ser uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos
marzo 10, 2025 - by Internacional
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Cuando importantes empresas de semillas invertían en breeding de maíz tras la post creación de marcas icónicas, como Dekalb, Pioneer o KWS, Harry Stine estaba asumiendo un riesgo enorme al invertir en la investigación de la soja. Pero esto no nació mágicamente, sino que fue producto de la segregación pasional que genera ser de familia de agricultores. También, se podría decir que fue una innovación en el negocio de la genética de soja, por lo que hablaríamos del verdadero «Silicon Valley del agro». Pero entonces, ¿cómo es la historia de este «Steve Jobs» del agro?

Stine: la empresa independiente de genética más grande del mundo
Hace más de 100 años, los bisabuelos de Harry llegarían a establecerse como agricultores en el estado de Iowa (actualmente, el primer productor de maíz y el segundo de soja en los Estados Unidos, además del verdadero líder en manejo sostenible de la agricultura norteamericana). En aquel entonces la soja ya tenía más de 100 años de introducción e instituciones comenzaban a promover el mejoramiento de la misma.

Una vez instalados y con Henry A. Wallace (el de Pioneer) como secretario de agricultura, los Stine sufrirían años bastantes complicados por la sequía y los golpes de calor, como el evento de 1934 que marcó el inicio de la era del “dust bowl”: esa nube gigante de suelo que volaba por los campos.

El Yearbook of Agriculture de 1934 anuncia: “Aproximadamente 15 millones de hectáreas de tierras que antes se cultivaban han sido prácticamente destruidas para la producción de cultivos, 40 millones de hectáreas que actualmente están en cultivo han perdido total o casi totalmente la capa superior del suelo y 50 millones de hectáreas de tierras actualmente en cultivo están perdiendo rápidamente la capa superior del suelo.” Una locura.

Pasados los años, en 1950, el padre de Harry funda Stine Seed Farm, que se dedicaba entre otras cosas a la limpieza de semillas certificadas de avena y variedades públicas de soja. Esto último será importante en la historia del negocio, ya que, por aquellos tiempos, las variedades eran desarrolladas por universidades, programas estatales o el USDA por lo que la accesibilidad y los derechos de uso eran distintos a un desarrollo privado. Bill Stine (padre de Harry) trabajaba unas 150 hectáreas entre agricultura y ganadería con una relación propio/alquilado de 80/20.

Se ve que Bill era bastante picante en la producción de soja, ganando el concurso del condado (Dallas) en 1955 y 1957. No tengo idea de cuánto le habrá dado la soja, pero actualmente el rendimiento de soja del condado de Dallas en Iowa es de +4100 Kg/Ha y me recuerda a cuando Cyanamid (adquirida por BASF en los 2000) lanzó el portfolio de imidazolinonas con el posicionamiento de “control prolongado” y la residualidad de los herbicidas como Pivot, Chekway, Standout, Elite o Scepter en concursos de máximos rendimientos en soja.

Como nota de color y crossover con Argentina, va la placa de la campaña 97/98 donde varios productores superaron los 5000 Kg/Ha concurso que BASF contínua, por ejemplo, en maní.

Tremendo como en este caso Cyanamid para posicionar herbicidas residuales, utilizó un concurso de rendimiento y esto me da pié para continuar con la historia. A mediados de 1960 Harry ya más grande, decide trabajar en el campo de su padre y unirse a la Stine Seed Farm. No lo haría con las operaciones típicas de un campo ni con el servicio de limpieza de semillas sino, con el mejoramiento y la búsqueda de mejores variedades.

Empezó a sembrar y a «controlar el rendimiento» de líneas de soja (que antes solo se hacía en universidades) y llegó a comprender (mientras pesaba variedades él mismo) que había una gran propuesta de valor para la industria. Repasando esos años, la soja estaba en un boom industrial, se sembraba cada vez más y ya no solo como forrajera sino con un uso industrial amplio como lo fue el “soybean Car” de Henry Ford que buscó un proyecto que combine la industria con la agricultura además de utilizar fibra de soja combinada con otros ingredientes para generar el plástico de la carrocería ante, un gran faltante de metal de la época. Algo así como cuando usan “del campo a la góndola” ahora, “del campo a la ruta”.

Harry empieza a acelerar su “startup” y convoca a socios especializados o “breeders” como Bill Eby y Walter Fehr (Universidad de Iowa state). Ahí comienza la creación de las primeras empresas afiliadas a Stine: Improved Variety Research (IVR) con el foco en el mejoramiento de soja. Como todo emprendimiento, no todo sale bien y el IVR se disuelve por lo que con Bill Eby forman Midwest Oilseeds que se transformaría en el programa R&D de soja más grande y exitoso, desembocando en la opción de licencias preferida del mercado de semillas en Estados Unidos.

Podemos decir que el negocio siempre fue licenciar las variedades o B2B como se usa ahora. Pero Stine se hacia popular y tiene la necesidad de vender minorista o B2C con Stine Soybean Seeds como marca y el primer lema “La casa de las nuevas variedades”.

En este camino, empiezan a pegar hits con variedades sobre todo de grupo 2 expandiendo el negocio minorista y solidificando el mayorista con licencias fundando otra empresa afiliada pero esta vez, para el mejoramiento de maíz.

En los `90, Stine es la mayor empresa privada de semillas testando 150K líneas de soja cada año y el licenciatario Midwest Oilseeds vende variedades con 160 marcas diferentes. Con su marca, la soja Stine 2250 de (GM 2.5) es líder absoluto convirtiéndose en la soja de grupo II más sembrada de la historia poniendo a Stine en el Top4 de venta de semillas en Estados Unidos.

Ya con la Ley de Protección de Variedades Vegetales promulgada en 1970 en EE.UU. durante la presidencia de Richard Nixon, Stine Seed Company se convierte en la primera empresa en la historia de los Estados Unidos en recibir una patente sobre variedades de soja. Se conceden patentes para dos variedades de soja: Stine 1570, patente n.° 5304728 y Stine 2550, patente n.° 5304729. Estas patentes protegen la semilla, la planta, el polen y el óvulo.

Estas patentes son una parte fundamental del énfasis de Stine en la cría y el desarrollo de la genética de soja de mayor rendimiento del mundo. En Google patents, es posible encontrarlas y ver a William H. Eby anotado como el inventor.

A pasitos de los 2000 Stine Seed Company celebra un acuerdo no exclusivo con Monsanto Agricultural Products y Asgrow Seed Company. El acuerdo está diseñado para mejorar y desarrollar aún más la genética de la soja y las tecnologías de desarrollo de productos. Como resultado del acuerdo, los agricultores tendrán acceso a los mejores productos de semillas disponibles en una gama más amplia de marcas, ya que estas tecnologías terminarán no solo en los productos de marca Stine, sino también en las semillas desarrolladas por Stine, que se ceden bajo licencia a otras empresas.

Agrofy

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