La comunidad de San Felipe Cuauhtenco, a través de grupo Cuahchicol, se sumó a la defensa del maíz nativo para preservar la semilla que ha sido durante toda la vida base en la alimentación, seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos mexicanos.

Ayer, en la explanada de la comunidad perteneciente al municipio de Contla de Juan Cuamatzi, se llevó a cabo la Primera Feria de la Biodiversidad Indígena donde, además de conferencias, hubo una muestra de los diferentes tipos de maíces de la región y productos elaborados a base del mijo.
Para el catedrático de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), responsable del área del manejo sustentable del ecosistema, Primo Sánchez Morales, quien impartió una conferencia, el maíz transgénico contamina los demás cultivos y puede repercutir en la erosión genética.
“Hay estudios hechos de Greenpeace México, en donde han encontrado que el maíz importado viene mezclado el híbrido con en transgénico y ha sido utilizando por algunos grupos de campesinos mexicanos, pero con un solo maíz transgénico que se siembre, se corre el riesgo de infectar por lo menos ocho kilómetros, pues con el polen de esas plantas, transportado por el aire e insectos, causa la pérdida o reducción de la biodiversidad”, dijo el doctor en ciencias por la BUAP.

Primo Sánchez Morales, catedrático de la BUAP, en su conferencia, resaltó la importancia que tiene el maíz nativo para la salud de los mexicanos. / Armando PEDROZA
Comemos tortilla “chatarra”
Para Sánchez Morales, las grandes tortillerías, las cadenas de autoservicio o quienes compran a Maseca o alguna empresa harinera, “están utilizando maíz importado para hacer tortillas ‘chatarra’, pues es más barato”.
Afortunadamente, dijo, “la gente de Tlaxcala prefiere la tortilla hecha a mano, generalmente es de maíz criollo, el proceso de elaboración es más artesanal, la adición de calcio también es importante, es más rica, no solo en sabor, sino nutricionalmente, que la tortilla que se compra en alguna tienda de autoservicio”.
Defendemos nuestras raíces: Benita Cuamatzi
Con la Feria de la Biodiversidad Indígena, en Cuauhtenco, el propósito principal es que la gente joven de la comunidad empiece a sembrar lo que sus antecesores dejaron, la semilla nativa.

Benita Cuamatzi Flores, integrante del grupo Cuanchicol (palo torcido), puntualizó que tratan de rescatar la semilla nativa de la región de los colores naranja, rocío, blanca, rojo-negro y el negro-azulado.
Puesto que también “se descubrió científicamente que es muy buena para la salud, para hacer soberanos en nuestra alimentación, es una semilla ciento por ciento natural, ni mejorada ni mucho menos transgénica, estamos tratando de rescatar los primeros colores de nuestros antepasados”, expresó.
El sol de Tlaxcala