California se apoya en México y Canadá para atender la emergencia por los incendios en Los Ángeles

California se apoya en México y Canadá para atender la emergencia por los incendios en Los Ángeles
enero 17, 2025 - by Nacional
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Una soldado mexicano caminaba la tarde del martes entre las ruinas de lo que fue una lujosa mansión de Malibú. La militar estaba vestida con el uniforme de camuflaje y se perdía entre las tonalidades dejadas por los incendios de Los Ángeles, entre el color óxido de los hierros reducidos a chatarra y el gris de las cenizas. La integrante de la brigada de búsqueda y rescate urbano, llegada desde la Ciudad de México, peinaba con un azadón la mezcla de arena y pavesa. Lo hacía con tal delicadeza que parecía que estaba en un jardín zen. Tenía el Pacífico y su sonido de fondo mientras buscaba restos humanos entre la destrucción.

“Estamos entrando a todas las propiedades quemadas y cuyas estructuras han sido dañadas, en caso de que encontremos a alguien, que puede suceder”, señala la capitana segunda Paula Michel Hernández. Es una de las integrantes del grupo de 72 personas enviado por México para atender el desastre provocado por una serie de incendios. A la zona han llegado 31 especialistas en la búsqueda de restos y con experiencia internacional en misiones de ayuda humanitaria. El grupo se complementa con otros 41 bomberos de la Comisión Nacional Forestal. Todos ellos luchan, cada uno en su cometido, en la extinción de unos fuegos que, una semana después, aún amenazan todavía las propiedades de los 80.000 evacuados.

Los militares mexicanos hicieron el martes su turno: desde las ocho de la mañana y hasta que lo permitieran los últimos rayos del sol, hacia las cinco de la tarde. El área de costa en el que se desempeñan es una de las más castigadas por el Palisades, que ha destruido 1.280 estructuras y dañado otras 204. Los soldados trabajan junto al California Task Force 3, otro equipo de CAL Fire (el Departamento estatal de bomberos) especializado en la localización de víctimas.

Tan solo en la jornada del martes, estos grupos encontraron restos de cuatro personas. Se sumarán, así, a la cuenta oficial una vez que sus cuerpos sean identificados por sus familiares. De momento, el Palisades ha dejado nueve fallecidos oficiales. El Eaton, el otro gran incendio al noreste de Los Ángeles, deja ya 16 muertes y 4.600 inmuebles consumidos. Las autoridades insisten en que la cuenta de víctimas y daños de los dos grandes focos aumentará en los próximos días.

Más allá del poder económico de EE UU
“Todos sabemos del poder económico y la potencia de Estados Unidos, pero a veces hacen falta manos de especialistas”, aseguró el martes el teniente coronel Benigno Hernández, encargado de los brigadistas mexicanos que se desempeñan en la zona. La coordinación entre los equipos fluía. Quizá porque llevan cinco años consecutivos participando en ejercicios conjuntos con el Army North estadounidense. Parte del entrenamiento de estos soldados mexicanos se ha realizado, de hecho, en su vecino del norte.

“La ayuda no tiene fronteras. Para nosotros es un orgullo integrar este agrupamiento. A México y Estados Unidos nos une una frontera y la economía: no solo es un país vecino, es un país hermano”, dice el teniente Hernández. Muchas de las unidades bajo sus órdenes llevan en el equipo entre ocho y doce años y han sido enviados a desastres —principalmente terremotos— ocurridos en Turquía, Chile, Cuba e Irán. A Hernández le sorprende el saldo bajo que ha dejado un siniestro de grandes proporciones. “Eso es lo bueno del fuego, que alerta. Los sismos no. En Turquía encontrábamos a familias enteras bajo los escombros”, asegura.

“Viva México” o “sí se puede” les gritaban a los rescatistas desde sus vehículos los operarios que laboraban en Malibú y Pacific Palisades. Cientos de obreros limpiaban el martes las calles de estas ciudades de cables y postes derribados, preparando el retorno, todavía sin fecha, para la población. La zona, junto a la de barrios del este en Altadena y Pasadena se mantienen cercadas por la Guardia Nacional, que impide el paso a los afectados.

“¿Esto qué es?“, preguntaba un soldado que tenía en la mano un cacharro carbonizado. Lo encontró al levantar escombros del techo dentro de un pequeño rectángulo en lo que parecía una cocina. ”Es para hacer café“, le dijo uno de los supervisores. Casi nada se salvó de la destrucción en esta zona, que era considerada un paraíso por sus mansiones y privilegiadas vistas al mar. Durante el almuerzo, un soldado bromeaba con sus compañeros: “Aquí me veo viviendo yo en un futuro… O en otra vida, yo creo”.

California se ha apoyado especialmente en los Estados vecinos para atender lo que será uno de los mayores desastres de su historia. Han llegado bomberos desde los Estados de Washington, Oregón, Arizona, Nuevo México, Colorado, Nevada y Utah.

Los otros dos vecinos de América del Norte, sin embargo, también han respondido rápido. Canadá movilizó efectivos de las provincias de Alberta y la Columbia Británica, con unos 60 socorristas que se sumaron el lunes a la batalla contra el fuego. Otros 40 llegaron la semana pasada, todos ellos con experiencia contra incendios forestales.

“Hablamos el mismo idioma, el del rescate”
“No es muy común que bomberos internacionales vengan desde tan lejos de la frontera”, dijo Israel Pinzón, uno de los voceros de Cal Fire, el Departamento de bomberos de California. El organismo que encabeza la respuesta a la emergencia realiza con frecuencia trabajos binacionales con cuerpos mexicanos en el límite entre México y Estados Unidos. Ante la magnitud de este siniestro, no dudaron en aceptar la ayuda de manos capacitadas: “Hablamos el mismo idioma, el del rescate”, señala Pinzón. Admite, además, que todo parece indicar que en el futuro la colaboración internacional será necesaria para encarar fuegos cada vez más destructivos.

El auxilio canadiense no se limita a mano de obra, pese a los 15.000 bomberos desplazados. La nación ha reforzado con maquinaria al pequeño ejército (1.400 camiones y 83 aviones) que lleva más de una semana trabajando atendiendo la emergencia en varios frentes. Cuatro aeronaves han sido prestadas por la provincia de Quebec, que mantiene desde hace 30 años un contrato con California para arrendar durante el otoño vehículos aéreos para la lucha contra incendios.

El país

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